El descenso alpino del ganado, conocido como Alpabzug, Désalpe y S-chargiada en diferentes regiones de Suiza, es un festival tradicional muy apreciado que marca el regreso de las manadas de los pastos alpinos a los valles. Esta celebración, que se lleva a cabo anualmente desde mediados de agosto hasta finales de septiembre, muestra la rica herencia cultural y la profunda conexión con la tierra entre los pueblos y ciudades suizos. El regreso se celebra con festividades y coloridos desfiles de ganado. Ya sea presenciar la procesión de vacas bellamente adornadas o disfrutar de la cocina local, estos festivales ofrecen una experiencia auténtica impregnada de historia y espíritu comunitario.
Regreso a casa
Originaria de una antigua costumbre, el Descenso Alpino sirve como un simbólico regreso a casa para aproximadamente 400,000 cabezas de ganado, 200,000 ovejas y cabras, e incluso alpacas que pasan el verano pastando en las montañas suizas. Las festividades, que varían en fechas según las regiones, son una expresión centenaria de gratitud por una temporada de verano segura y próspera.
La Tradición de las Coronas de Flores
Uno de los aspectos más destacados del Descenso Alpino es la ornamentación de los animales con coloridas coronas de flores, conocidas como "tschäppl", cuidadosamente elaboradas por los pastores. Estas coronas, generalmente usadas por las vacas que han dado más leche o que lideran la manada, añaden al espectáculo pintoresco de los desfiles.
Festividades y Desfiles
A lo largo de las festividades, los visitantes tienen la oportunidad de presenciar los vibrantes desfiles de animales decorados, acompañados por pastores con trajes tradicionales. Las celebraciones a menudo incluyen puestos de mercado que ofrecen artesanías y delicias locales, actuaciones musicales con cuernos alpinos y yodel, e incluso distribuciones oficiales de queso entre los pastores.
Ubicaciones en toda Suiza
Algunos de los festivales de Descenso Alpino más renombrados tienen lugar en regiones como Val d'Anniviers en el Valais de habla francesa, donde las festividades incluyen desfiles, concursos y música en vivo a mediados de septiembre. La zona es famosa por la raza de ganado Hérens.
Appenzell
En la región de Appenzell, la procesión se desarrolla con un encanto único: cabras blancas abren el camino, seguidas con gracia por vacas lecheras y robustos toros. Mientras hacen su recorrido desde los pastos alpinos hasta el centro de Appenzell, niños y niñas, pastores y orgullosos propietarios los acompañan a pie. Un detalle fascinante de las paradas de vacas de esta región es el atuendo: solo los pastores que pasan todo el verano en las montañas visten los icónicos pantalones amarillos, añadiendo un toque de autenticidad al espectáculo. Las llegadas a Appenzell suelen ocurrir alrededor de la 1:30 pm.
Blonay y Entlebuch
En Blonay, cerca de Lausana, la celebración se lleva a cabo a finales de septiembre. El pueblo ofrece fácil acceso en coche para aquellos ansiosos por presenciar un desfile, que va desde Les Guedères hasta el Grand-Pré a partir del mediodía. Cerca de Lucerna, el Festival Alpino de Entlebuch se celebra cada septiembre en la Reserva de la Biosfera de la UNESCO de Entlebuch. El desfile de más de 200 vacas y bueyes va desde Sörenberg hasta Schüpfheim. Es una ocasión perfecta para escuchar yodel y probar productos frescos de los agricultores.
El Boéchet
Ubicado en el pintoresco Cantón de Jura, el pueblo de Le Boéchet alberga un evento raro y apreciado el 30 de septiembre: la Désalpe. Alrededor de las 2:30 pm, una docena de familias de granjeros, acompañadas por su amado ganado, hacen su regreso triunfal desde las exuberantes colinas de Jura hasta el corazón de Boéchet. La mañana prepara el escenario con música vibrante, un desfile animado y un mercado artesanal rebosante de tesoros locales. Los pasos rítmicos del ganado que regresa resuenan en el pueblo, señalando el culmen de una exitosa temporada de verano.
